
Ayudas a la Producción Artística de la Factoría Cultural
Las Ayudas a la Producción Artística que concede la concejalía de Cultura de Avilés a través de la Factoría Cultural, alcanzan la octava edición. Los ocho proyectos seleccionados, correspondientes a otras tantas ideas originales, se dieron a conocer esta mañana en el propio centro, en un acto en el que los y las artistas presentaron sus propuestas, acompañados por Yolanda Alonso, concejala de Cultura, y Anabel Barrio, directora de la Factoría.
Enmarcadas en una colaboración especial con la Bienal Climática, un total de 88 propuestas artísticas fueron presentadas a esta convocatoria, aunque una de ellas lo hizo fuera de plazo. 40 optaron a la ayuda de ámbito regional;
Se valoraban siete criterios para su concesión: Originalidad e innovación del proyecto, curriculum vitae y dossier artístico, actividad de retorno para la ciudad, viabilidad y coherencia del proyecto, consonancia con las líneas de actuación de la Factoría Cultural, capacidad para crear redes de colaboración multidisciplinar y este año, como novedad, y con motivo de la Bienal Climática que se celebrará en Avilés en 2026, su organización aportará una dotación extraordinaria a alguno de los autores o autoras cuyos proyectos estén en sintonía con sus objetivos. Estos proyectos se darán a conocer más adelante.
Cada propuesta cuenta con una beca de 2.000 euros, a la que añadir la utilización de las instalaciones de la Factoría Cultural para la realización de los trabajos creativos. En el caso de la becas de ámbito nacional e internacional, se añade una retribución en especie valorada en 750 euros, consistente en el alojamiento durante un mes en Avilés.
El resultado de los proyectos que se desarrollarán en las instalaciones de la Factoría, se podrán exhibir en los eventos que el Ayuntamiento de Avilés organice en sus diferentes espacios culturales. En Avilés se mostrarán por primera vez al público, con una vocación de promoción exterior tanto de los y las artistas como de sus obras, y de la ciudad.
Yolanda Alonso recordó que ya es la octava edición de estas ayudas a la producción que dijo, «surgieron en la idea de que queríamos que hubiera una ayuda no solamente económica, sino que con cada proyecto seleccionado pudierais aprovechar este espacio de la Factoría Cultural, porque no solamente es lo económico, sino también las posibilidades que permite en cada uno de los proyectos que vais a desarrollar».
Para la concejala de Cultura, poder compartir en el mismo espacio, convivir con otros creadores y creadoras de otras disciplinas, permite surgir otros proyectos interesantes. Y esa «convivencia» de compartir experiencias, conocimientos, también permite vivir un poco la vida no artística y cultural de de la ciudad.
Los y las creadoras, y sus proyectos, son los siguientes:
Modalidad A (nacidos o empadronados en Asturias)
- Alba Matilla Iglesias. «Güercu».
- Noemí Iglesias Barrios. «Echo Bloom».
- Manuel Ángel Pérez Sánchez. «Materia Madre. La castaña como memoria y materia del territorio».
- María Ruisánchez Ortega. «Las palabras que no valen».
- Ruth Álvarez Rodríguez. «Cuerpo umbral».
- Sergio Gayol Gonzalo. «Hebras».
Modalidad B (ámbito nacional)
- Inés Cámara Leret. «Rama que no muere» (Madrid)
Modalidad C (ámbito internacional)
- Josefina Cruzat Figueroa. «Tocar la superficie. Territorio, memoria y materia». (Chile)
Síntesis de los proyectos
«Güercu»
Alba Matilla Iglesias
Modalidad A
Se trata de un proyecto de investigación y creación artística concebido para la Bienal Climática, que propone reinterpretar la mitología asturiana desde el paisaje industrial de Avilés y su impacto en el imaginario de la ciudad, utilizando medios digitales y recursos 3D. La obra parte de la figura de la Neblina del Huerco (Borrina’l Güercu), adaptada a los escenarios postindustriales de la villa, donde un trabajador es acechado por esa presencia en su camino a la fábrica, convertida en el reflejo espectral de instalaciones desaparecidas, como las baterías de cok. La propuesta busca integrar estas estructuras industriales en el imaginario popular como parte del folclore, inspirándose en estéticas digitales como la de Silent Hill, y utilizando la neblina tanto como recurso narrativo mitológico como metáfora de la contaminación que marcó durante décadas a Avilés.
«Echo Bloom»
Noemí Iglesias Barrios
Modalidad A
Es una instalación escultórica que reflexiona sobre el legado extractivo asturiano y su transformación en la era digital, a través de una escultura de suelo compuesta por flores de porcelana azul elaboradas con cobalto reciclado de baterías de móviles. Inspiradas en especies autóctonas resistentes que brotan en paisajes industriales, estas piezas funcionan como metáfora de resistencia poética ante siglos de explotación minera y los nuevos impactos del capitalismo tecnológico. La obra conecta la tradición cerámica y su imaginario ornamental con una crítica ecológica, recordando que lo aparentemente inmaterial de lo digital se sostiene en procesos extractivos y de consumo energético. La instalación se completa con seis platos de porcelana en azul cobalto sobre blanco, concebidos como cápsulas narrativas que abordan con humor y especulación los vínculos materiales y afectivos de la vida digital contemporánea. Así, el proyecto enlaza la flora local, la historia minera y la artesanía cerámica para imaginar otras formas de relación entre tecnología, territorio y afecto, proponiendo un espacio de contemplación crítica sobre los ciclos de consumo y las huellas que deja nuestro estilo de vida híper conectado.
«Materia Madre. La castaña como memoria y materia del territorio»
Manuel Ángel Pérez Sánchez
Modalidad A
Es un proyecto escultórico que utiliza la cáscara de castaña como símbolo cultural y ecológico del paisaje asturiano, transformada en Biocastanar, un biocompuesto creado por el artista a partir de residuos orgánicos y aglutinantes naturales. Con este material se levantarán esculturas-tótem de carácter modular e inspiradas en formas vegetales, iluminadas desde el interior y dispuestas como un «jardín escultórico» sobre un manto de cáscaras, en diálogo con la memoria rural y el legado industrial de la Factoría Cultural. La propuesta combina técnicas digitales y trabajo artesanal, y se acompaña de talleres, encuentros y charlas para compartir saberes sobre biomateriales. Con un enfoque circular y participativo, la obra reivindica la transformación de lo marginal en materia central, al tiempo que sensibiliza sobre la emergencia climática y la necesidad de repensar nuestra relación con los paisajes y los residuos, en sintonía con los objetivos de la Bienal Climática 2026.
«Las palabras que no valen»
María Ruisánchez Ortega
Modalidad A
Este proyecto propone un relato audiovisual en el que unas bolitas de papel, frases inacabadas, historias descartadas por una escritora, cobran vida y se lanzan a explorar el mundo más allá de la papelera que las contenía. En su periplo descubren que guardan dentro las palabras y fragmentos que, al unirse, forman un poema, el cual llega a manos de un músico callejero que lo convierte en canción. La historia, atravesada por el azar, el viento y la complicidad de pequeños objetos cotidianos, habla de la transformación de lo desechado en creación compartida, del viaje de la palabra desde lo íntimo hasta lo público, y de la capacidad de la poesía para conectar vidas, emociones y miradas.
«Cuerpo Umbral»
Ruth Álvarez Rodríguez
Modalidad A
Este proyecto escultórico explora cómo los cuerpos: humanos, animales, vegetales o naturales, son transformados por sistemas que conciben la vida como una materia manipulable, diluyendo los límites entre lo vivo y lo artificial. A través de materiales en tensión: metales, siliconas y resinas combinadas con bioplásticos, textiles y materia orgánica, se crearán tres esculturas que encarnan organismos híbridos, como una planta-ciborg, una red micelial tecnificada o un ser animal-humano. La propuesta se enmarca en los estudios postnaturales, que cuestionan la idea de una naturaleza pura y separada, para entenderla como un territorio atravesado por relaciones culturales, tecnológicas y biológicas. Inspirado en teorías como la hipótesis de Gaia o de los modelos interdependientes de los hongos, y en el trabajo de artistas como June Crespo, Maya Pitaromero, Pakui Hardware, Eva Hesse o Mario Merz, el proyecto plantea una investigación estética y política sobre nuevas formas de habitar y pensar los cuerpos en un mundo hibridado.
«Hebras»
Sergio Gayol Gonzalo
Modalidad A
Es una propuesta escénica de teatro de objetos que aborda la memoria, la identidad y la soledad a través de la figura de un anciano que recompone su vida entre telas y prendas olvidadas. Concebida en estrecho diálogo con la Factoría Cultural, antigua fábrica textil, la obra convierte la escenografía en un taller de sastre en ruinas donde los hilos, los oficios y las máquinas evocan tanto el cuidado humano como la fragilidad de los vínculos. Con un lenguaje poético y visual, la pieza resignifica objetos textiles en desuso como dispositivos escénicos cargados de afecto, planteando un reciclaje material y emocional que cuestiona el consumo y la obsolescencia. El proyecto se amplía con el taller participativo Hilos de Vida, que invita a distintas generaciones a compartir recuerdos a partir de prendas propias, convirtiendo la experiencia en un acto comunitario de escucha y cuidado. Con una estética delicada, accesible y lúdica, Hebras se presenta como un gesto de resistencia sensible frente al olvido, un espectáculo que no solo se representa sino que se comparte y transforma junto a la comunidad.
«Rama que no muere»
Inés Cámara Leret
Modalidad B
Es un proyecto escultórico que parte del tejo, árbol sagrado en diversas culturas y especialmente significativo en Asturias, símbolo de transmisión, cuidado y umbral entre vida y muerte. La propuesta se enraíza en Avilés a través de un proceso de escucha vecinal y de recolección del barro local, ligado tanto a la tradición alfarera como al humus que sostiene el paisaje, para dar forma a una serie escultórica que combina materia, memoria y saberes vernáculos. Desde una práctica lenta y situada, el proyecto activa recorridos, conversaciones y gestos colectivos, en los que la excavación, como acción simbólica y material, se convierte en metáfora de revelar y resguardar historias. Vinculado al eje del mundo rural y saberes locales de la Bienal Climática 2026, el trabajo propone un espacio de intercambio intergeneracional y afectivo, donde la escultura dialoga con la palabra y con la memoria industrial de la Factoría Cultural. Así, la presencia del tejo en la Bienal se plantea como un acto de enraizar el futuro en un pasado aún vivo.
«Tocar la superficie. Territorio, memoria y materia»
Josefina Cruzat Figueroa
Modalidad C
Propone una investigación artística situada que parte del uso de Google Earth para realizar un reconocimiento cartográfico del territorio asturiano y, desde ahí, generar una contracartografía creativa durante la residencia en la Factoría Cultural. La propuesta cuestiona cómo la mirada satelital reduce la complejidad territorial a una imagen plana, borrando memorias, cuerpos y problemáticas ambientales, y plantea un desplazamiento hacia lo táctil y lo localizado mediante pintura, dibujo, fotografía, entrevistas y trabajo de campo. A través de materiales como hierro oxidado, polvo de carbón o fragmentos de cemento, las obras abordan las huellas del extractivismo y las cicatrices del pasado industrial aún visibles en enclaves como el Pozo Sotón, el Valle de Samuño o la mina de Arnao. Se posiciona críticamente frente a una «estética del desastre» que convierte los restos del progreso en escenarios museificados. El proyecto busca restituir la densidad política y material de estos espacios, entendiendo la ruina no como vestigio muerto, sino como superficie activa donde se inscriben memorias, conflictos y futuros posibles.